3.12.- GABRIEL VIDAL SIEBER y curiosidades
científicas: HENRY CAVENDISH
Bien,
pues hoy vamos a hablar de otro genio increíble y un poco rarito. Y este señor
se llamaba Cavendish. Parece ser que era muy meticuloso pues le encargaron
pesar la Tierra y obtuvo un resultado en el año 1797 de 6000 trillones de
toneladas. Este dato es digno de admiración pues actualmente se estima el peso
de la tierra en 5972,5 trillones de toneladas, una diferencia del 1% respecto a
la que se realizo con medios rudimentarios hace 217 años. Parece ser que para
ello utilizo las investigaciones preliminares que unos años antes habían hecho
los señores Charles Mason, Nevil Maskelyne, Charles Hutton y John Michell
mediante de nuevo la dichosa gravedad que ejercía una montaña sobre otros
cuerpos, según había predicho Isaac Newton, y del que todavía no se habían
obtenido resultados fructíferos.
Pues resulta que todo objeto en el universo
ejerce en mayor o menor medida una atracción por la gravedad a otro objeto. Por
lo que se corrobora el que cuando yo voy andando por la calle no es solo que la
mayoría de las mujeres se sientan atraídas por mi, sino que TODAS las mujeres se sienten atraídas por mi. El
problema es que también a todos los hombres les pasa lo mismo, incluso a los
perros y en el caso de encontrarme en un parque zoológico a los gorilas y los
rinocerontes, lo cual ya me desasosiega un poco. A pesar de todo incluso la
gravedad ejercida al menos por la Tierra tampoco es que sea muy grande, en
realidad es bastante débil. Sino no podríamos por ejemplo levantar una mesa del
suelo. Pero eso si, actúa aunque te encuentres muuuuuyy lejos, como la Luna
respecto de las mareas de los océanos. Además también influye el que al ser una
fuerza está relacionada con la aceleración, esto es, que a más tiempo expuesto
mas se acelera, la velocidad no permanece constante sino que se incrementa.
Esto hace que no sea lo mismo caerte de una cama a 30cm del suelo, que desde
encima de una mesa en caso de que estés haciendo un poco el mono, o incluso
desde el piso 38 del Empire State, o desde un globo. Se comprueba así que a mayor
distancia del suelo, más tiempo en llegar al mismo, o sea que más te aceleras y
por ultimo mas te espachurras.
Bueno
pues a partir de la atracción de la montaña y comparándola con la de la Tierra
este señor obtuvo su peso.
Y llaman también la atención sus rarezas pues
era bastante tímido. Parece ser que por obligación para estar al día de las
novedades debía acudir a reuniones sociales. Pero si alguien quería hablar con él
no debía nunca mirarle a los ojos ni hablarle directamente. La maniobra de proximidad
consistía en acercarse lentamente al caballero, y a una distancia prudencial y
siempre sin mirarle a los ojos, podías realizar un comentario al viento, mas o
menos como cuando hablamos en el ascensor a veces. Si el tema era interesante a
tus espaldas escucharías el susurro de su voz respondiendo a la pregunta. Pero
si esta resultaba a su juicio una pregunte bastante estúpida entonces emitía un
par de agudos grititos y se iba corriendo a otro rincón del salón.
Tampoco
hay que tenérselo mucho en cuenta. Parece ser que el señor Newton se entretenía
mirando el Sol sin parar hasta que se lo llevaban a urgencias totalmente
cegato. O también le gustaba clavarse agujas de hacer ganchillo por el ojo
hasta tocarse el hueso para ver que había detrás del mismo.
Por
lo visto nadie es perfecto y los que mas saben a veces exageran sus
imperfecciones y rarezas. Aquí os dejo el enlace del señor vergüencillas:
Valencia,
septiembre del 2014.
Gabriel
Vidal Sieber.
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